La aparición de un amigo de cuatro patas puede hacer feliz a una persona mayor.
Después de todo, un perro ayuda a afrontar la soledad y mejora el estado de ánimo.
La presencia de una mascota en el hogar tiene un efecto positivo en el estado psicológico y emocional de las personas.
Por tanto, una persona mayor que haya decidido tener un perro debe darse cuenta de su intención.
Pero es importante entender lo siguiente: no todas las razas son adecuadas. Hay mascotas que se caracterizan por su excesiva actividad y obstinación.
Es mejor prestar atención a las siguientes razas.
A este perro le encanta tumbarse en el sofá. Difícilmente molestará al anciano dueño.
Al mismo tiempo, lo más probable es que el pug se apegue mucho a la persona y se convierta en un verdadero amigo.
Los perros falderos también son conocidos por su tranquilidad.
Estos perros son leales. Son fáciles de entrenar.
Una persona mayor que tenga un perro faldero probablemente estará contenta con un amigo de cuatro patas obediente y equilibrado.
Los representantes de esta raza aman mucho a la gente.
Hacen contacto fácilmente con la gente.
El Corgi obedecerá a su anciano dueño y es poco probable que se convierta en una fuente de problemas graves.