Después de que aparece un gato en la casa, la vida habitual cambia un poco. No sólo porque hay que lavar la caja de arena y proteger los muebles de las garras del gato.
El propio propietario debe cambiar algunos de sus hábitos y empezar a seguir algunos consejos y recomendaciones.
Aquí hay una lista de lo que los dueños de gatos no deben hacer.
Se cree que un tono estricto es suficiente para mantener al animal dentro de los límites de la decencia.
Las medidas físicas de influencia no tienen sentido, especialmente si el travieso gato es castigado varias horas después del delito.
Muchos gatos callejeros y gatos, de hecho, viven únicamente de esto. Pero la dieta de un gato doméstico no debe contener alimentos crudos, embutidos y otros alimentos humanos.
Para que un animal viva mucho tiempo y no se enferme, es necesario prestar atención a una comida para gatos equilibrada y de alta calidad. Y no sobrealimentes a tu mascota.
Los gatos toleran cómodamente la ausencia de su dueño durante un día y, a veces, incluso dos. De lo contrario, el animal necesita la presencia de una persona, y no solo para que sirva comida, vierta agua y lave la bandeja.
Se ha comprobado que los gatos domésticos no toleran bien la soledad prolongada.
La curiosidad puede obligar al gato a meter la cabeza entre las puertas, y entonces el marco puede actuar como un lazo. El animal no podrá salir solo de dicha trampa.
Como mínimo, podría sufrir esguinces y otras lesiones.
Existe la idea errónea de que a una mascota que muda pelo se le puede recortar, a un gato doméstico se le pueden quitar las uñas y a un gato doméstico se le puede lavar con champú para humanos.
Todos estos son errores que afectan al bienestar del animal.
Anteriormente te contamos qué gesto hará que absolutamente cualquier gato se acerque a ti.