Mucha gente percibe el silbido de un gato únicamente como un signo de insatisfacción y agresión.
Sí, en algunos casos este "descifrado" es cierto.
Pero a veces los humanos malinterpretan el silbido de un gato.
Especialmente si los peludos que viven en el mismo apartamento se silban entre sí.
Si hablamos de mascotas que llevan mucho tiempo acostumbradas entre sí, entonces el silbido puede no ser una manifestación de agresión, sino... una forma de armonizar las relaciones.
Sí, no te sorprendas. Los ronroneos pueden no silbar por odio o miedo, sino para prevenir posibles conflictos y continuar la convivencia pacífica.
En este caso, el silbido actúa como señal de advertencia: “No me toques”, “Estoy cansado, déjame en paz”, “No entres en mi territorio”.
Sin embargo, no es nada seguro que se trate precisamente del deseo de armonizar las relaciones.
Es posible que los gatos realmente se hayan peleado y estén mostrando agresión. O puede ser que se tengan miedo el uno al otro. Esta explicación no se excluye si las mascotas se "conocieron" recientemente.
¿Cómo distinguir un silbido "agresivo" de un "advertencia"? La respuesta es simple: en el primer caso, los animales silban durante mucho tiempo, en el segundo, de forma breve y aguda.
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