Las razas de pelea tienen quizás la reputación más temida: a menudo son temidas y consideradas inseguras.
Sin embargo, las personas que han tenido personalmente una mascota así pueden decir que estos mitos no siempre se corresponden con la realidad.
Esta idea errónea no resiste la crítica: por el contrario, los perros fueron criados en el marco de la máxima lealtad hacia los humanos.
Los criadores siempre han tratado de asegurarse de que una persona sea una autoridad inquebrantable para un perro de pelea, dicen los expertos .
De hecho, tales situaciones ocurren, pero no lo olvide: cualquier perro puede atacar, pero no todos serán objeto de discusión.
Si un perro de esta raza ataca a una persona, esto indica que se cometieron errores graves durante el proceso de mantenimiento.
Esta es una idea errónea que tampoco tiene fundamento. Con una educación adecuada, un perro de pelea se convierte en un mejor amigo, lejos de la agresión.
Pero cuando se cometen errores en la educación y el castigo físico, los resultados son siempre impredecibles.
Anteriormente hablamos sobre si se debe permitir que un perro coma pasto .