Probablemente mucha gente haya oído hablar de la prohibición tácita que nos disuade de elegir nombres humanos para nuestras mascotas.
Algunas personas eligen nombres extranjeros porque nos parecen más aceptables.
Otros, por el contrario, no ven nada malo en utilizar incluso el nombre de sus amigos.
Los expertos señalan que este hábito no tiene nada de malo: la tarea principal es que el perro o el gato recuerden fácilmente el apodo.
Las personas supersticiosas están en contra de los nombres humanos como apodos, pero sus argumentos no resisten las críticas desde el punto de vista del sentido común.
Sin embargo, vale la pena recordar que no se debe llamar al perro por un nombre común. Si la llamas por la calle, las personas con el mismo nombre pensarán que te diriges a ellos personalmente. Esto puede crear una situación incómoda.
Por lo tanto, puedes elegir con seguridad el apodo que, en tu opinión, sea ideal para tu mascota.
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