Los ronroneos tienden a rayar alfombras y muebles.
Por supuesto, al dueño no le gusta este comportamiento de la mascota: los productos caros se estropean, hay que cambiar la tapicería o comprar algo nuevo.
El deseo de salvar sus productos favoritos obliga a muchas personas a castigar a una mascota que decide afilarse las garras.
Sin embargo, este es el enfoque equivocado. Nunca toques a un gato que haya empezado a arañar muebles o alfombras.
Al rascar cosas, el peludo no solo afila sus garras, sino que también deja marcas en "su" territorio y también se distrae de situaciones estresantes.
Si empiezas a detener al gato en este caso (y más aún si empiezas a castigarlo), el animal experimentará aún más estrés.
¿No quieres que tu amigo de cuatro patas sufra un duro golpe psicológico? ¡Acepta que tu gato arañe tus muebles!
El problema se soluciona comprando un rascador.
La mascota debe prestar atención a este dispositivo y olvidarse de los muebles y alfombras.
Para acelerar el proceso de acostumbrarse al ronroneo, este último debe limpiarse con hierba gatera seca.
Y los productos que son vulnerables a las garras de gato se deben rociar con gotas de jugo de limón: a las criaturas peludas no les gusta el olor a frutas cítricas.
Anteriormente te contamos qué hacer si tu gato te pide comer constantemente: es necesario volver a colocar el cuenco.