Entre los dueños de gatos hay muchos amantes de los cortes de pelo a la moda.
A veces, estas personas llegan a la siguiente conclusión: "Sería bueno cortarle el pelo al ronroneador".
Sin embargo, en la mayoría de los casos hay que abandonar esta peligrosa idea.
El hecho es que existe una regla simple que el dueño de un gato simplemente debe seguir.
Dice lo siguiente: “No se puede cortar a un gato a menos que exista indicación médica para ello”.
El hecho es que la lana juega un papel importante en la regulación de la temperatura corporal de una mascota. Sin pelaje, un animal puede enfermarse o quemarse con el sol.
Además, los gatos se enfrentan al estrés durante el aseo. ¿Por qué someter a tu mascota a un estrés extremo si no es necesario?
Tiene sentido dar este paso antes de una cirugía o de realizar otro procedimiento médico (relacionado, por ejemplo, con la necesidad de combatir una enfermedad de la piel).
Pero en estos casos serán los especialistas de la clínica veterinaria quienes cortarán el pelo.
La aparición de esteras es otro posible motivo para acicalar a un gato. Pero hay que destacar: es recomendable prevenir la aparición de bolas de pelo enmarañadas y no combatir un problema ya existente. El resultado deseado se logra mediante un peinado periódico.
Por lo tanto, un gato sólo puede ser sacrificado en caso de emergencia y después de la decisión adecuada del veterinario. Pero definitivamente no debes perseguir la moda cuando cuidas tu ronroneo.
Anteriormente, enumeramos evidencia de que el gato se encariñó con su dueño.