Los dueños de gatos pueden haber notado que a los gatos les encanta subirse encima de su dueño o dueña. Una barriga preñada es especialmente atractiva para los gatos.
Nuestros ancestros observadores asociaron este comportamiento con signos y supersticiones, pero hay una explicación más lógica, incluso dos.
A los gatos les encanta el calor porque su temperatura corporal normal es entre 1,5 y 2 grados más alta que la de los humanos. Para sentirse cómodos, necesitan que la habitación esté a una temperatura mínima de 23-25 grados centígrados.
Por eso los ronroneadores buscan lugares cálidos donde poder posarse: en radiadores, alféizares de ventanas o ordenadores en funcionamiento.
Uno de estos lugares es la cama del amo, y como las mujeres embarazadas suelen pasar mucho tiempo en la cama, resulta que los gatos se suben a su estómago; aquí se sienten especialmente cálidos y acogedores.
Los gatos, por muy independientes que parezcan, muestran simpatía por sus dueños, que intentan expresar a través de los medios que tienen a su alcance.
Con la ayuda de la intuición, sienten el estado especial de una mujer y, como resultado, comienzan a prestarle más atención. Lo que es digno de mención es que el hábito de acostarse boca abajo se observa con mayor frecuencia en gatos, y no en gatos.
Antes te contamos por qué un gato mira en un punto.