Algunos dueños de gatos se enfrentan al problema de que su mascota se comporta de forma distinta a como les gustaría.
Los gatos pueden desobedecer a sus dueños, hacer bromas, reaccionar de manera inadecuada a lo que está sucediendo, etc. Intentemos descubrir qué hacer en tales situaciones.
Para empezar, conviene recordar que el temperamento de los gatos no es tan flexible como, por ejemplo, el de los perros, por lo que la adaptación del comportamiento probablemente irá acompañada de dificultades. Pero definitivamente vale la pena intentarlo.
Golpear o gritarle a tu gato solo aumentará el estrés que está experimentando. El mejor castigo es la privación de uno u otro "bien", por ejemplo, la comunicación. Trate de ignorar a la mascota infractora y hágalo de manera demostrativa.
Importante: la prohibición no debe aplicarse a la comida ni a la libertad.
Si has prohibido algo, ya está, no hay vuelta atrás. Si la prohibición no se ha convertido en una regla, corre el riesgo de perder autoridad ante los ojos de su mascota.
Debes tratar los rasgos de personalidad de tu mascota con paciencia; es probable que tengas que aceptar algunos de sus hábitos.
El estrés en un gato puede surgir, por ejemplo, debido a una atención obsesiva. Puedes resolver el problema comprando una casa especial para gatos; de esta manera tendrá su propio territorio donde podrá esconderse de los demás.
Anteriormente hablamos de cómo sonríen los gatos .