Durante mucho tiempo la gente ha atribuido ciertas propiedades curativas a los gatos domésticos. Los científicos no pudieron permanecer al margen todo este tiempo.
Y, según los resultados de investigaciones recientes, esta teoría se ha confirmado.
No, los gatos no tienen las propiedades de los fármacos farmacológicos y todas sus propiedades curativas se limitan a la prevención.
Según los investigadores, en cierto sentido, un gato doméstico puede sustituir a un cardiólogo.
Los científicos han demostrado que los gatos ayudan a combatir el estrés, calmar y reducir el dolor en los humanos.
Todo esto es un medio para prevenir el desarrollo de enfermedades vasculares y cardíacas.
Se prestó principalmente atención al estado de salud de los dueños de gatos.
En particular, tenían menos probabilidades de quejarse de problemas con el corazón y los vasos sanguíneos, lo que se explica por la actividad asociada con el cuidado de una mascota, la liberación emocional y el manejo del estrés.
Según algunos informes, estudios similares realizados con la participación de criadores de perros no han arrojado resultados similares.
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