La posición de dormir de un gato puede decir mucho sobre el estado del animal.
A veces las mascotas duermen boca arriba o de lado.
Muchos propietarios empiezan a preocuparse al ver un gato tumbado así.
Pero no hay motivo para preocuparse. Por el contrario, el vientre abierto de un peludo es una muy buena señal.
El vientre es uno de los lugares más vulnerables a los ronroneos.
En situaciones potencialmente peligrosas, el gato intenta tapar esta zona de su cuerpo.
La mascota no dejará la barriga abierta si tiene miedo de algo.
Antes de acostarse, los peludos intentan elegir la posición más segura posible. Si un gato que se queda dormido deja el estómago abierto y no tiene intención de darse la vuelta, entonces el dueño puede estar satisfecho: el animal se siente absolutamente seguro.
Fluffy probablemente confía en las personas con las que vive en el mismo apartamento y se siente cuidado por ellas.
En tal situación, el dueño puede sacar con seguridad la siguiente conclusión: "La mascota me ama, se siente muy cómoda en la casa".
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