Quizás lo primero que debes hacer si ves que a tu perro le lloran los ojos es dejar de entrar en pánico.
Por lo general, las lágrimas no son un signo de una enfermedad grave.
La mayoría de las veces, los ojos llorosos se deben a que algo entra en el ojo del animal. Tu trabajo es extraer algo.
Para ello, con las manos lavadas, retire el párpado del perro y, utilizando el borde de un paño húmedo (sin alcohol ni otras sustancias agresivas), retire el objeto extraño.
Después de eso, debe enjuagar el ojo con una loción especial, que puede encontrar en una farmacia veterinaria.
Pero eso no es todo: incluso si logró eliminar la causa del lagrimeo, debe visitar a un veterinario con su mascota.
El caso es que un cuerpo extraño puede dañar la córnea transparente.
Lo más probable es que no pueda detectar la lesión visualmente; esto requerirá una prueba especial.
Lo principal es no perder el momento adecuado, para que una pequeña razón no se convierta en la causa del desarrollo de una infección y daños importantes que conduzcan a la ceguera.
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