Es importante entender que cada animal tiene su propia personalidad y preferencias.
También existe una gran diferencia entre los tipos de mascotas más populares: perros y gatos.
Por ejemplo, a un perro le encanta que lo acaricien en todas partes excepto en la cola y las patas, mientras que un gato prefiere que lo acaricien solo desde arriba, y aun así no siempre.
Intentemos entender cómo expresar adecuadamente nuestro amor por los animales.
A los gatos les encanta que les acaricien la cabeza y el cuerpo, pero no les gustan mucho las caricias en el vientre; es posible que acaben con algunos rasguños.
A los conejos les encanta que les acaricien la cabeza, las orejas y la parte superior del cuerpo, pero tampoco deberían rascarles el vientre.
Si ve que el animal siente malestar, es posible que sienta dolor. En este caso, se recomienda acudir al veterinario.
Anteriormente escribimos sobre cómo evitar que las mascotas se peleen.