Una situación familiar es cuando el dueño va al baño o cierra la puerta del dormitorio antes de acostarse, dejando al gato afuera.
La mascota puede maullar debajo de las puertas durante mucho tiempo o comenzar a rascarlas. Según los científicos, el animal no lo hace porque le cause daño. Las razones son simples y claras.
Resulta que los gatos y gatitos se dejan llevar por el miedo, el instinto o el aburrimiento en este momento.
Por un lado, tienen miedo de quedarse solos, pero por otro, se sienten dueños de “su” territorio.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que el animal puede estar ansioso y asustado. La razón puede ser los sonidos que escuchan los animales debido a su audición más universal.
Pueden sentirse amenazados y preguntarán al dueño o intentarán advertirle sobre problemas.
En opinión de un gato, su apartamento es su hábitat. Esencialmente propiedad de gatos.
La mascota considera importante para sí misma inspeccionar la propiedad y tener libre acceso a todos los lugares apartados o favoritos en el momento que más le convenga.
No se puede descartar que el gato simplemente se aburra de repente.
Y no debes esperar que después de abrir la puerta, la mascota entre a la habitación. Sucede que un gato se sienta frente a una puerta abierta y luego camina en la dirección opuesta.
Los expertos creen que el gesto debe considerarse como una invitación al animal a estar en su compañía.
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