Lo que a una persona le parece normal y aceptable en relación con una mascota, a menudo lo lleva al borde de sus capacidades.
En primer lugar, esto se aplica a los gatos. Les gusta el calor humano, pero esto no significa en absoluto que puedan someterse a la voluntad del propietario.
Los expertos nos contaron qué bromas los dueños de gatos toleran y perdonan sólo por gran amor.
Debido a la alta sensibilidad de la nariz de un gato, es mejor no tocarla y mucho menos hacer clic en ella. Los gatos sólo permiten que las criaturas de confianza hagan esto.
Para los humanos, abrazar es completamente normal, pero para los gatos, tales muestras de emoción provocan una sensación de encierro.
Al sentirse inmovilizados, perciben la situación como amenazadora.
El contacto visual prolongado puede ser peligroso si lo inicia la persona. Un gato se permite hacer esto sólo si sabe que la persona no es una amenaza.
El instinto obliga al gato a alimentarse en un lugar apartado donde no haya extraños ni enemigos potenciales. Una mascota decidirá tomar comida de las manos humanas solo por sentimientos elevados.
No debes acercarte a la cabeza del gato con la cara. A pesar de conocerse desde hace mucho tiempo, la mascota puede rascarse. Para él es importante que toda la fuente potencial de amenaza esté en su campo de visión.
En este caso, el gato sólo ve un fragmento de la cara y considera agresivo el comportamiento de la persona. Por tanto, puede atacar, huir o sufrir un poco.