Los científicos extranjeros compartieron un descubrimiento interesante. Resulta que los gatos están lejos de ser las criaturas egoístas que la imaginación humana imagina que son.
Muchas mascotas adoptan el comportamiento e incluso los rasgos de carácter de sus dueños.
El descubrimiento de los científicos parece hacerse eco del viejo proverbio "no hay necesidad de culpar al espejo si tu cara está torcida".
Los empleados de una de las instituciones científicas de la ciudad de Helsinki realizaron un estudio sobre cómo las cualidades personales del dueño afectan a la mascota.
En el trabajo científico participaron más de 2,7 mil personas, que criaron 2,5 mil perros y 788 gatos.
Los científicos estaban igualmente interesados en las personas y sus animales.
Resultó que las personas con un tipo de apego ansioso, que pasan la mayor parte de su tiempo con mascotas, tienen perros temerosos.
Los gatos de estos dueños son en su mayoría hiperactivos.
Los científicos también se interesaron por el tipo de personalidad que evita el apego.
Estas personas tratan de mantenerse reservadas y ni siquiera permiten que las mascotas entren en su espacio personal.
Entre estos criadores de animales, tanto los perros como los gatos se caracterizaban por igual por una agresividad excesiva.