Muchos gatos son conocidos por su comportamiento conservador y quisquilloso: les encanta comer, pero al mismo tiempo son selectivos con la comida.
A menudo ignoran los alimentos nuevos y se niegan a comerlos durante un período de tiempo relativamente largo.
Pero a veces ocurre la situación opuesta: la mascota continúa absorbiendo alimentos con una actividad excesiva.
Cualquier desviación de la norma debe considerarse motivo de preocupación.
Aquí hay algunas posibles razones.
Si observa una desviación de la norma, es mejor contactar a un especialista con anticipación.