Las mascotas pueden tener un impacto positivo en el desarrollo de los niños.
Si un niño participa en el cuidado de un perro o un gato, esto le ayudará a desarrollar un sentido de responsabilidad e incluso fortalecer su sistema inmunológico.
Al fin y al cabo, los animales alegran tanto a los niños como a los padres.
Averigüemos cómo ayudar a un niño a elegir una mascota.
En primer lugar, es importante hacerle entender que no es necesario comprar un gato o un perro; existen muchas otras alternativas.
Puedes confiar en el temperamento del niño: por ejemplo, un perro es más adecuado para una persona colérica, mientras que una tortuga puede ser más adecuada para una persona flemática.
Se compra un cachorro cuando el niño comienza a desarrollarse física e intelectualmente.
Si participa en el entrenamiento, le ayudará a disciplinarse.
Para las personas melancólicas, un gato o un pez son más adecuados. También puedes pensar en reptiles y roedores.