Uno de los aspectos importantes del cuidado de una mascota es su nutrición. ¿Cómo alimentar adecuadamente a un gato para que esté sano, feliz y libre de estrés? En este artículo aprenderá una regla simple que lo ayudará a lograrlo.
A algunos dueños de gatos les resulta mejor colocar el plato de comida al lado del plato de agua.
De esta forma tu mascota podrá saciar fácilmente su sed después de comer. Sin embargo, esto no es cierto.
Si coloca los cuencos de esta manera, no se sorprenda si el gato no quiere beber agua o saca comida del cuenco. No es porque quiera hacerte enojar o jugar contigo. Esto se debe a que sigue sus instintos.
Los gatos son descendientes de carnívoros salvajes que cazaban animales y se los comían en el acto. No bebieron agua de los mismos depósitos donde yacían los cadáveres de sus víctimas. Después de todo, esa agua podría estar contaminada con sangre, suciedad o veneno cadavérico.
Los gatos sabían que el agua sucia podía provocar enfermedades o incluso la muerte. Por lo tanto, buscaron agua limpia lejos de su lugar para comer.
Los gatos domésticos tienen una memoria genética de esto. Todavía no confían en el agua cerca de los alimentos. Pueden considerarlo "venenoso" o "sucio" y rechazarlo. O pueden trasladar la comida a otro lugar para proteger el agua de la contaminación.
Para evitar este tipo de problemas, debe seguir una regla simple: coloque el recipiente con agua lejos del recipiente con comida.
Es recomendable que estén en diferentes estancias o rincones. Esto hará que el gato se sienta cómodo y seguro. Beberá suficiente agua y no dejará comida tirada por el suelo.
También hay que tener en cuenta las preferencias del gato en cuanto al tipo y tamaño de los tazones, la limpieza y temperatura del agua, el lugar y el momento de la alimentación. Los gatos tienen sus propios gustos y hábitos. Por eso, es necesario observar a tu mascota y descubrir qué le gusta y qué no.