Antes de empezar a entrenar y sorprender a tus invitados con mascotas inteligentes, es importante controlar los hábitos de tu mascota durante algún tiempo.
Conoce todos los hábitos de tu gato. Por ejemplo, si a tu mascota le gusta esconderse en cajas o bolsas, anímalo de todas las formas posibles y cuida de indicárselo con una orden verbal específica.
Haz esto cada vez que tu gato entre en la caja. Subió al interior e inmediatamente escuchó una palabra especial del dueño, tras lo cual recibió un regalo. La palabra de comando puede ser cualquier cosa. Los gatos no entienden su significado.
Si cada vez que intenta esconderse escucha “muere” o “golpe” y luego recibe una golosina, entenderá que su dueño aprueba su acción.
En el futuro, cuando el gato escuche una palabra familiar, correrá hacia donde normalmente se encuentra la caja y se esconderá allí.
Los gatos aprenden fácilmente a besar a su dueño. Por naturaleza, los gatos son animales curiosos. Siempre aciertan.
Si el dueño hace un tubo con sus labios, como para besar, y se inclina hacia el animal, el gato definitivamente le tocará los labios con la nariz. Y si dices antes de esto: "Besa a tu madre", después de un rato el gato, después de escuchar esta frase, acudirá al dueño para darle un beso.
Se ha demostrado que los gatos son capaces de recordar cincuenta palabras humanas. Esto es fácil de comprobar: observe cómo reacciona el animal ante su apodo y otras palabras diminutas. Sabiendo esto, podrás enseñar a los animales las órdenes necesarias.
Se cree que los gatos son nocturnos. Con la llegada de la oscuridad y el silencio en la casa, empiezan a jugar, correr y hacer ruido. Si el gato te molesta, puedes ponerlo a dormir con una sola orden.
Cuando el animal se acueste junto al dueño, acarícielo y repita varias veces las órdenes “dormir” y “buenas noches”. Después de sólo 2 semanas de entrenamiento regular, si el gato se interpone en su camino en un momento determinado, bastará con decir una sola palabra “código” y empezará a tumbarse.
Haz lo mismo con la comida. Para evitar que tu mascota pida comida en momentos inoportunos, desarrolla una rutina. Cada vez que el gato coma, dile: “Comer”, “Almuerzo”, “Cena”. Y después de un tiempo, el animal no será molestado de antemano, sino que correrá hacia sus cuencos cuando se le ordene.
Un gato puede aprender más de una docena de comandos. Lo principal es tener paciencia, sintonizarnos con un resultado positivo y no escatimar en animar al animal. Los gatos son animales autosuficientes, por lo que sólo pueden aprender algo si escuchan constantemente la aprobación de sus acciones. Si el gato siente que el dueño no está contento, el juego perderá sentido y todo entrenamiento será en vano.