Mucha gente se queja de que su gato araña constantemente los muebles.
Este comportamiento del animal es bastante comprensible: la mascota peluda necesita afilar sus garras. Y en ausencia de dispositivos especiales, el amigo de cuatro patas comienza a utilizar para este propósito las patas del sofá o de la mesa.
¿Cómo afrontar las dificultades? Parece que la respuesta es sencilla: cómprate un rascador.
Pero hay dos problemas. En primer lugar, el elevado coste del dispositivo. En primer lugar, el peludo todavía necesita acostumbrarse a esto.
Afortunadamente, existe un pequeño truco que te permitirá ahorrar dinero y no perder tiempo “entrenando” a tu mascota.
Tome una cuerda gruesa y simplemente envuélvala alrededor de las patas de una mesa, silla o taburete.
Es recomendable modificar exactamente ese mueble al que la mascota suele prestar atención.
El resultado será el rascador más sencillo, que, sin embargo, le sentará bastante bien a tu mascota.
El propietario logrará varios resultados positivos a la vez. En primer lugar, no es necesario adquirir un dispositivo caro.
En segundo lugar, no será necesario volver a entrenar al gato. Fluffy vendrá al rascador de todos modos. Sobre todo si la mascota ha afilado previamente sus garras en las patas del mueble elegido.