Mucha gente sueña con tener un perro. Lamentablemente, algunos de ellos cometen graves errores a la hora de elegir una mascota.
Por ejemplo, se centran únicamente en la apariencia del animal.
Además, muchos no tienen en cuenta la situación económica de la familia. Pero la falta de fondos puede llevar al dueño a tener que entregar el perro a un refugio o revenderlo.
Para evitar tales problemas, antes de que su amigo de cuatro patas aparezca en la casa, debe realizar dos pasos importantes.
¿Decidiste comprar un labrador sólo porque “se ve bien”?
Entonces no te sorprendas si estar en un apartamento pequeño se convierte en un verdadero sufrimiento para el perro.
Considere las características de la raza (comportamiento, carácter, salud, etc.). Por eso, los labradores necesitan hacer mucho ejercicio. Será muy difícil para el perro estar en una habitación estrecha. También se sabe que los perros husky son hiperactivos.
Debe comprender de inmediato lo siguiente: cada raza tiene sus pros y sus contras. Pero tendrás que cuidar a cualquier amigo de cuatro patas, y esto requerirá mucho esfuerzo y tiempo.
Ser dueño de un perro es una tarea costosa.
No todas las personas pueden permitirse el lujo de tener una mascota.
Tendrás que gastar dinero en comida (definitivamente no podrás ahorrar), juguetes y camas. Es posible que tengas que llevar a tu animal al veterinario con frecuencia.
Si comprende que es posible que no tenga suficiente dinero, es mejor abandonar temporalmente la idea de tener un perro.