Difícilmente alguien discutirá el hecho de que mudarse siempre está asociado con estrés, no sólo para los humanos, sino también para las mascotas.
Para evitar que esto suceda, los dueños de perros deben preparar a sus mascotas para los próximos cambios en sus vidas.
Podrás evitar la molestia de mudarte si empiezas a prepararte con antelación, empaquetando poco a poco tus cosas. Gracias a estas precauciones, el perro se acostumbrará a la vista de las cajas. Pero esconde en las cajas los “accesorios” que pertenecen a tu mascota al final.
La rutina habitual (paseos, alimentación, etc.) debe realizarse en el orden familiar para el perro.
El día de la salida, es mejor llevar al perro y encerrarlo en una habitación separada para que la mascota no pueda escapar por la puerta abierta mientras sacas tus “pertenencias”.
Si tienes que viajar en coche, es mejor colocar a los perros de razas pequeñas en un transportín, mientras que para los perros grandes conviene proporcionarles una silla de coche o un cinturón especial.
No olvides llevar agua, comida, tazones, pañales, toallitas y juguetes.
En el camino, preste atención a su mascota: háblele, acarícielo y felicítelo por su buen comportamiento no solo con palabras, sino también con golosinas.
Antes de que su perro entre en un nuevo hogar, debe asegurarse de que sea seguro para el animal.
Después de esto, saca las cosas de tu mascota de las cajas y muéstrale a tu perro dónde estará ubicada su cama y dónde estarán sus comederos y bebederos.