Muchos dueños de perros se preguntan, al observar cómo sus mascotas chasquean con celo las mandíbulas: ¿por qué un perro necesita atrapar moscas?
¿Está realmente el animal tan hambriento que intenta calmar su apetito de esta manera?
De hecho, no existe ninguna conexión entre que un perro atrape moscas y la comida.
La razón es la presencia de un instinto de caza, que obliga a considerar todo tipo de mosquitos como presas potenciales.
Pero como sabemos que las moscas transmiten muchas enfermedades peligrosas en sus patas, surge otra pregunta: ¿es peligroso que un perro se deleite con ese "juego"?
Afortunadamente, no hay motivos para entrar en pánico.
El caso es que una mosca que su perro traga accidental o intencionalmente se digiere muy rápidamente en el jugo gástrico, cuya acidez en los perros es mucho mayor que en los humanos.
Por eso no debemos preocuparnos por el tipo de mosca que comió el perro: los insectos tragados ni siquiera le provocarán malestar estomacal.