Los gatos son animales realmente asombrosos que merecen nuestro amor. Sin embargo, esto no significa que estas criaturas no tengan características propias, si no peculiaridades.
Una de ellas es que el gato se niega a beber agua del cuenco que le compraron. Intentemos descubrir por qué una mascota de repente se vuelve caprichosa.
Si no has lavado los platos por un tiempo o ha pasado mucho tiempo desde que pusiste el agua en el recipiente, la bebida de tu gato puede desarrollar un olor desagradable o volverse rancia.
Solo hay una salida: no te olvides de la higiene y cambia regularmente el agua, además de limpiar el recipiente de suciedad.
Si todo está en orden con la limpieza, comprueba si le has ofrecido al coño un cuenco lo suficientemente grande.
El caso es que los largos bigotes del gato, con los que explora el mundo que le rodea, pueden tocar las paredes del cuenco, provocando así malestar en el animal.
Si no pudo encontrar un cuenco adecuado en la tienda de mascotas, intente sustituirlo por una fuente. De esta forma podrás estar seguro de que tu bigote estará seguro.
La incomodidad, que se convierte en protesta, también se produce en los ronroneos si los cuencos llenos de agua y comida están demasiado cerca uno del otro.
Prueba a llevar el recipiente con el líquido a otro lugar no menos seguro y cómodo para tu mascota.