Muchos dueños de gatos creen que su mascota no es peor que los perros y merece estudiar el mundo que los rodea con la misma integridad.
Por este motivo, a los gatos, al igual que a los perros, se les saca a pasear.
Sin embargo, la calle es un lugar lleno de peligros, por lo que una correa es la única solución posible para proteger a tu mascota de posibles problemas.
Hoy hablaremos sobre cómo preparar un animal para una correa, porque esta solución no es natural para un gato y, por lo tanto, requiere un trabajo preliminar.
Para empezar, vale la pena señalar que la mejor opción sería un arnés: no causa dolor al gato, es cómodo y al mismo tiempo permite a la persona controlar el comportamiento de la mascota.
Antes de salir, preséntale a tu ronroneador un nuevo accesorio.
Debes ponerte un arnés por primera vez antes de alimentarlo o jugar; de esta manera el animal asociará este artículo con algo agradable.
Después de varios “paseos” por el apartamento, cuando el gato se acostumbre al arnés y deje de prestarle atención, será posible salir de casa.
Se requiere la máxima concentración por parte del dueño durante los primeros paseos, porque un entorno inusual puede empujar al gato a realizar acciones inesperadas.