Los dueños de gatos experimentados no pierden la esperanza de transmitir a los criadores novatos una verdad aparentemente simple: el castigo a un animal es un círculo vicioso.
La mascota demuestra mal comportamiento no en un intento de molestar al dueño, sino solo porque él mismo se siente mal.
El castigo provoca un aumento del nivel de estrés de la mascota. La cadena se cierra: castigo – estrés – mala conducta.
Si notas que un gato arranca con entusiasmo gomaespuma del sofá o arranca papel tapiz recién pegado, grita con severidad o utiliza un atomizador con agua, pero bajo ningún concepto golpees al animal.
Para que haya el menor número posible de momentos desagradables, no olvide elogiar a su mascota.
Las caricias regulares y las palabras amables de tus labios hacen que la conexión entre ustedes se fortalezca y el gato comience a confiar mucho más en ti.
Si el gato confía en usted, fácilmente le permitirá realizarle los cuidados y procedimientos médicos necesarios (si es necesario).
La mascota no intentará huir ni esconderse, sino que voluntariamente le dará amor a su persona a cambio.