El hábito de la mascota de aullar a la luna no tiene justificación mística.
Todo se puede explicar. Según los expertos, un animal puede tener al menos 5 motivos para ello. Al conocerlos, el problema se puede resolver sin largas conversaciones y sin amenazas de castigo.
Un perro puede empezar a aullar tan pronto como se lo deja solo durante el día o tan pronto como todos en la casa se van a la cama. Por eso sucede esto.
Los perros también se aburren porque no tienen nada que hacer. Si la mascota simplemente no tiene dónde tirar el exceso de fuerza y energía, puede hacer una travesura comenzando a aullar.
Dicen que los perros sienten ansiedad cuando ven la luna o cuando están solos. Este problema sólo se puede solucionar enseñando a tu mascota a ser independiente. Aquí no puedes prescindir de entrenar con recompensas obligatorias.
El aullido es la misma forma de comunicación entre una mascota y sus familiares que el ladrido. Los expertos no son unánimes en esta opinión, pero se cree que es imposible erradicar este hábito.
Se pueden cometer errores durante el proceso de formación. Por ejemplo, cuando un perro comienza a ladrar y aullar en la casa, para calmarlo, el dueño comienza a acariciar o apaciguar a la mascota. El animal percibe estas acciones como una recompensa y pronto todo puede volver a suceder.
Muchas enfermedades ocurren en secreto, y en este caso no estaría de más realizar una visita al veterinario. Incluso si la mascota está sana, un especialista puede ayudar a solucionar el problema dándole consejos prácticos.