Los gatos no suelen sentarse en una posición humana, utilizando su "trasero" como apoyo.
Es poco probable que esa posición sea cómoda para una mascota; averigüemos por qué el animal adopta voluntariamente esa posición.
En primer lugar, hacen esto para lavarse más cómodamente: resulta que un gato pasa aproximadamente el 30% de su tiempo lavándose.
A veces, el gato simplemente tiene calor, por lo que se da vuelta sobre su espalda o inclina los codos para exponer su barriga al frío.
Sucede que el animal ha adoptado esa posición y simplemente no quiere darse la vuelta por simple pereza, no queriendo hacer movimientos innecesarios.
Sucede que la única mala razón puede ser el dolor: si a su mascota le duele estar acostado en una posición normal, debe comunicarse urgentemente con un veterinario.
A algunos gatos les encanta ser el centro de atención e intentarán ponerse en una posición interesante para jugar. Dale a tu mascota un premio que seguro le gustará.