Si no quieres que tu mascota afile sus garras en muebles y papel tapiz, no puedes prescindir de un rascador.
Sin embargo, cualquier compra, incluso la más cara, necesita atención oportuna. Te contamos cuál en este artículo.
Dado que el rascador es un elemento que se utiliza con mucha frecuencia, no será posible evitar la contaminación, por lo que debes establecer como regla la limpieza de este “accesorio”.
Incluye este procedimiento en la lista de cosas que haces, por ejemplo, durante la limpieza del sábado.
Por mucho que queramos, no será posible quitar el pelaje con una aspiradora.
En su lugar, colóquese un guante de goma en la mano, humedézcalo ligeramente y frótelo sobre la superficie. Conviene repetir esta sencilla operación varias veces hasta su completa limpieza.
Para eliminar la suciedad y el "aroma" repulsivo, puede utilizar productos de limpieza especiales que se venden en las tiendas de mascotas.
Alternativamente, use una mezcla de limpieza casera hecha con bicarbonato de sodio y agua o vinagre.