Si le preguntas al dueño de un perro si su mascota lo ama, en la mayoría de los casos la respuesta será sí.
Estos animales exhiben habilidades de interacción únicas que ni siquiera usamos con los gatos.
Sin embargo, hay muchos escépticos que están seguros de que los perros sólo fingen. En su opinión, el perro simplemente está "en números negros" gracias a esta convivencia. Por lo tanto, en su opinión, el perro simplemente disfruta de una vida cómoda y el dueño ingenuo saca conclusiones equivocadas.
Los expertos señalan que la capacidad del perro para amar a su dueño y a los miembros de su familia ha sido confirmada científicamente en diversos estudios.
Los animales liberan oxitocina, por ejemplo, al entrar en contacto con un ser querido. Por tanto, el perro trata a sus dueños como suelen tratar los niños a sus madres.
Por tanto, no se cuestiona la capacidad de los perros de amar verdadera e incondicionalmente a su dueño. Más interesante es el hecho de cómo una persona, con todos sus defectos, pudo ganarse sentimientos tan fuertes hacia él.
No existe una opinión clara al respecto en la comunidad científica. La teoría dominante sigue siendo que las relaciones íntimas y cercanas fueron el resultado de la evolución especial de los perros y del proceso de domesticación en sí.