Desafortunadamente para muchas personas, los gatos no pueden hablar.
Sin embargo, esto no significa que una persona no pueda entender a su mascota.
Los peludos todavía emiten sonidos que pueden llamarse señales de comunicación.
Hablamos de maullar, ronronear y silbar. Con el segundo y tercer sonido todo está claro: los gatos ronronean en estado de relajación (aunque hay excepciones) y silban cuando muestran enfado.
¿Cómo “descifrar” los maullidos? Después de todo, un sonido así puede aparecer con emociones completamente diferentes.
Según una versión, si una mascota maúlla en voz baja y como si intentara evocar lástima o mostrar su posición dependiente, entonces quiere comer.
Un maullido "modesto" es una señal clara de que es necesario poner una nueva porción de comida en el recipiente.
Pero si el "tono" del peludo se ha vuelto más seguro y exigente, lo más probable es que necesite actividad física.
Si el gato suele estar al aire libre, un fuerte maullido puede ser una exigencia por parte del animal para que lo dejen salir a la calle.
Si el sonido de un "maullido" se escuchó durante muy poco tiempo, es poco probable que la mascota tenga deseos o exigencias.
Quizás el gatito simplemente respondió a su nombre o dio una señal: “Te escucho”.