Mucha gente piensa que sólo se puede educar a los cachorros. Pero esto es un error.
Se puede entrenar a un perro de cualquier edad, incluso uno muy mayor. Pero a la hora de entrenar a adultos, hay algunos matices que debes conocer.
Antes de comenzar el adiestramiento, conviene tener en cuenta los consejos de los adiestradores de perros.
Aquí sería apropiado establecer un paralelo con una persona. Es fácil enseñar a un niño y a un joven, creando literalmente una personalidad con las cualidades necesarias.
Ahora imagina que tuvieras que “entrenar” a un adulto y en contra de su voluntad. Ha establecido hábitos, puntos de vista sobre la vida y comportamiento. La protesta de su parte es inevitable.
En el caso de un perro adulto la situación es similar. Cuanto mayor es el perro, más establecidos están sus hábitos y una determinada forma de comportamiento. Cuando intentas cambiarlos, son posibles dos escenarios.
1. Rechazo. El perro simplemente sabotea el entrenamiento y se niega a seguir las órdenes total o parcialmente. Los realiza sólo cuando no hay otra salida, y a la menor oportunidad vuelve a su antiguo comportamiento.
2. Agresión. Muy a menudo, este comportamiento se observa en perros de razas de servicio y perros con cualidades de guardia. Cultivaron la valentía y la capacidad de atacar a las personas durante muchos siglos. Un perro así no obedecerá de repente si no lo ha hecho antes.
La buena noticia es que un perro no es una persona. La principal característica de este animal es su disposición a obedecer a las personas. Pero un hombre primero debe ganarse el derecho a mandar. Es decir, demostrarle al perro que es más fuerte, más inteligente y mejor que ella. Ni las personas ni los animales obedecen a los individuos débiles.
A la hora de entrenar a un perro adulto tendrás que tener paciencia, ya que volver a entrenar siempre es más difícil que enseñar desde cero.
Tienes que ser estricto y duro. Pero de ninguna manera crueldad. Si un perro muestra agresión, no se le debe golpear. Esto sólo empeorará la situación. Un fuerte tirón de la correa y un grito severo son suficientes como castigo.
El segundo componente importante de la formación es el estímulo. Incluso un perro adulto comerá felizmente una golosina si recibe una orden correctamente ejecutada. También es importante elogiar a su mascota no sólo con palabras, sino también emocionalmente. A los perros les encanta alegrar a su dueño.
Recuerda también las características de las razas. Si bien se debe hacer hincapié en el rigor y la disciplina con un pastor alemán, entrenar a un husky o un malamute requerirá paciencia y perseverancia.
Lo más importante es no dejar de entrenar. Si el perro ganaba al menos una vez (por ejemplo, se negaba a cumplir una orden, pero el dueño no lograba cumplirla, sino que lo dejaba salir a caminar), se daba cuenta de que podía entrenar a una persona. La mascota aumentará la presión. En casos difíciles, es mejor contactar a un adiestrador de perros, quien lo ayudará no solo a llevar a cabo el entrenamiento, sino también a no renunciar a lo que comenzó.