Achatina, esos mismos caracoles domésticos, están ganando cada vez más popularidad y se han convertido en la mascota favorita de niños y adultos.
Si recién está probando si puede llevarse bien con una mascota exótica, le sugerimos que primero se familiarice con su dieta para comprender si puede satisfacer las necesidades básicas de los moluscos.
1. Verdes. Los caracoles necesitan verduras como lechuga, espinacas, diente de león, trébol y otras hierbas. Deben recibirlos frescos.
2. Frutas y verduras. A los caracoles también les encantan las frutas y verduras frescas como zanahorias, manzanas, pepinos, calabacines, calabazas y otras. También se pueden dar frescas, previa trituración.
3. Hongos. Algunos caracoles también comen setas como las setas y las setas ostra. Se pueden picar y dar a los caracoles como aditivo del alimento principal.
4. Huevos. Los huevos son una fuente de proteínas y otros nutrientes para los caracoles. Este producto debe triturarse y añadirse al pienso principal.
5. Pan. A los caracoles se les puede alimentar con pan, pero sólo en pequeñas cantidades y sólo fresco.
6. Calcio. Los caracoles necesitan calcio para crecer y tener huesos fuertes. Para ello, puede añadir suplementos especiales de calcio a su comida.
7. Agua. Los caracoles deben tener acceso constante a agua para beber. Pueden beber agua de un platillo o cuenco, pero también pueden obtener agua de un gotero que hay instalado en el terrario.
Es importante recordar que cada tipo de caracol tiene sus propias necesidades nutricionales individuales, por lo que antes de comenzar a alimentar a un caracol, es necesario estudiar sus preferencias y características.