La situación en la que un perro interfiere con el disfrute del descanso nocturno no es tan infrecuente: a veces incluso los animales educados pueden mostrar comportamientos no deseados.
Sin embargo, esto no significa que pueda olvidarse del sueño confortable: si establece el motivo de la actividad "nocturna" de su mascota, entonces deje este hábito desagradable.
Algunas razas de perros necesitan mucho movimiento, actividad e incluso ejercicio para sentirse cómodas. Si el perro sufre por un estilo de vida pasivo, buscará la manera de liberar la energía acumulada.
Por este motivo, el perro puede jugar por la noche.
La salida a esta situación es simple: comience a cuidar al animal y podrá olvidarse del problema.
Los expertos señalan que los perros pueden experimentar altos niveles de ansiedad. Por la noche, el problema se agrava para el animal, ya que el dueño no está presente.
A veces la ansiedad surge debido al miedo o al estrés prolongado. Es necesario averiguar un motivo más preciso en función del estado general del animal.
Por ejemplo, podrías haber hecho un reordenamiento que te haya causado ansiedad. O simplemente el perro tiene miedo de dormir solo.