Los gatos son conocidos por su aversión al agua. La mayoría huye cuando ven una bañera o una ducha, y si intentan lavarlas, emiten sonidos como si las estuvieran matando. Sin embargo, no todos los gatos tienen tanta fobia al agua.
Hay razas que no sólo no le temen al agua, sino que también les encanta nadar y jugar con ella. Aquí hay tres de ellos.
Esta raza lleva el nombre del lago Van en Turquía, donde se originó. Las furgonetas turcas son excelentes nadadores y pescadores.
Tienen pelaje repelente al agua y patas poderosas con dedos palmeados.
Les encanta nadar en estanques naturales o en la bañera, y jugar con el agua del grifo o de la ducha.
Esta raza es la más grande entre los gatos domésticos. Los Maine Coon son originarios de Maine, Estados Unidos, donde se han adaptado a un clima frío.
Tienen un pelaje espeso y esponjoso que los protege de la humedad y el frío. A los Maine Coon les encanta jugar con el agua y no les importa darse una ducha o darse un chapuzón en la piscina.
Esta raza es considerada una de las más antiguas y es originaria de África o Asia.
Los gatos abisinios son animales muy activos y curiosos que se interesan por todo lo que sucede a su alrededor.
Les encanta jugar con el agua y pueden pasar horas observando su movimiento o captando chorros de un grifo o fuente.
Estas tres razas de gatos son la excepción a la regla de que a los gatos no les gusta el agua. Puedes bañarlos con seguridad y no tener miedo de que se resistan o sufran. Al contrario, estarán felices con ese entretenimiento y te brindarán muchas emociones positivas.