Para muchos dueños de gatos, será una revelación que estos animales pasan una media de 12 a 14 horas durmiendo.
¿Por qué parece esto sorprendente? Es simple: al regresar a casa del trabajo por la noche, los dueños ronronean y ven a un gato completamente despierto, cuya actividad solo aumenta a medida que cae la noche.
Es que los gatos son cazadores por naturaleza y prefieren ir en busca de presas por la noche, mientras pasan el día en su cama.
A pesar de que esto es absolutamente normal, quizás a todos los dueños de gatos les gustaría cambiar el orden actual de las cosas para poder disfrutar de un sueño reparador en la oscuridad.
En primer lugar, conviene averiguar por qué el gato no puede dormir por la noche. Una razón podría ser el aburrimiento.
En este caso, conviene cansar a tu mascota durante el día para que reponga fuerzas con el atardecer. Si estás en el trabajo durante el día, ofrécele a tu cola juegos con los que pueda jugar solo.
Además, un gato puede provocar despertares nocturnos si le falta atención.
Y nuevamente la solución es la misma: pasar el mayor tiempo posible con el gato, hablar con él, acariciarlo y jugar.
Por último, tu gato puede obligarte a levantar la cabeza de la almohada si quiere comer. Un comedero automático o un cambio en los hábitos de su gato vendrán al rescate: deje de comer a su animal tarde en la noche o temprano en la mañana, sin reaccionar de ninguna manera a sus intentos de despertarlo.