Las garrapatas son parásitos peligrosos que pueden transmitir diversas infecciones y enfermedades.
Están activos en la estación cálida y pueden aferrarse a un perro mientras caminan por un bosque, parque o prado.
Las garrapatas suelen elegir zonas de piel fina y delicada, como las orejas, la cabeza, el cuello, las axilas, las ingles o el abdomen.
Para encontrar una garrapata en un perro, es necesario examinarla cuidadosamente después de cada paseo, peinando el pelaje con los dedos o con un cepillo.
Si encuentra una garrapata, no entre en pánico y no intente arrancarla con los dientes o las uñas. Esto puede hacer que la cabeza de la garrapata quede incrustada en la piel del perro y provocar inflamación o infección. Es mejor utilizar un dispositivo especial para eliminar las garrapatas o consultar a un veterinario.
Esto depende de muchos factores, como el tipo de garrapata, la temperatura ambiente y el sistema inmunológico del perro.
Algunas garrapatas pueden picar a su perro tan pronto como se adhieren a su piel. Otros pueden gatear alrededor del perro durante varias horas o incluso días hasta encontrar un lugar adecuado para morder. En promedio, una garrapata muerde a un perro dentro de las 24 a 48 horas posteriores a su infección.
Existen diversos métodos de prevención como aerosoles, collares, gotas o pastillas que repelen o matan las garrapatas.
Sin embargo, ninguno de ellos ofrece una garantía de protección del 100%. Por lo tanto, es importante controlar periódicamente a su perro en busca de garrapatas y eliminarlas lo antes posible.
También es recomendable que tu perro esté vacunado contra las enfermedades que pueden transmitir las garrapatas, como la babesiosis, la ehrlichiosis o la borreliosis.
Las garrapatas son una grave amenaza para la salud de los perros y sus dueños.
Sea atento y cariñoso con su mascota y no permita que las garrapatas arruinen su paseo.