Se sabe que los gatos se irritan mucho con las puertas cerradas.
Si cierras la puerta delante de la nariz de un gato, seguramente seguirá un maullido desgarrador.
Te contamos por qué los gatos odian tanto las puertas cerradas y si se puede hacer algo al respecto.
Debes comprender que el gato considera tu apartamento como su territorio.
Para un gato es vital controlar todo lo que sucede en su territorio, y las puertas cerradas interfieren con esto.
Absolutamente a todos los gatos no les gustan las puertas cerradas, por lo que no podrás evitar que tu mascota grite debajo de la puerta.
La única forma de salir de la situación es mantener abiertas todas las puertas interiores.