Por muy lindos que sean los gatos domésticos, a veces a los dueños se les acaba la paciencia y llega el momento en que la mascota tiene que hacerse responsable de todo.
Los gatos jóvenes no pueden evitar hacer bromas y portarse mal. Las buenas amonestaciones no tienen ningún efecto sobre ellos. Pero hay una manera de definir los límites de lo permitido.
El problema es que tiene sentido castigar a las mascotas en este momento si fueron sorprendidas en el lugar del crimen.
Entonces el acto y el castigo podrán depositarse en su memoria. Los expertos así lo creen.
En otros casos, es necesario actuar estrictamente de acuerdo con las reglas.
En primer lugar, si un gato, en el proceso de movimiento rápido y caótico por el apartamento, deja caer accidentalmente una maceta con flores o rompe un jarrón, debes abstenerte de agredir.
No debes criar a tu mascota con pantuflas, toallas o lo que tenga a mano.
En segundo lugar, es necesario tener a mano una botella de agua con atomizador. Basta refrescar al cuadrúpedo culpable con un chorrito de agua y al mismo tiempo añadir con voz severa que esto no se puede hacer.
Los expertos aseguran que aunque los gatos no entienden el habla humana, responden bien a la entonación.
Y junto con un chorro de agua, la técnica funciona a la perfección.