La lana no sólo protege al animal del frío y las lesiones, sino que también le aporta belleza y encanto. Desafortunadamente, su gato puede comenzar a perder pelo, lo que puede causarle molestias.
Por lo tanto, vale la pena entender por qué el cabello puede comenzar a caerse y qué hacer al respecto.
Uno de los principales factores que influyen en la salud del pelaje es la alimentación del gato. Si no recibe suficientes nutrientes, su pelaje puede volverse fino y quebradizo y comenzar a caerse. En este caso, es posible una violación de la estructura y el color del pelaje.
Los gatos pueden infectarse con parásitos como pulgas o ácaros de la sarna. Cuando los parásitos se asientan en el pelaje, comienzan a alimentarse de su sangre, provocando picazón y malestar. Los gatos comienzan a picar y lamerse el pelaje, lo que puede provocar la caída del cabello.
Los gatos son criaturas sensibles que pueden reaccionar ante situaciones estresantes como cambios en el entorno, conflictos con otros animales, ausencia del dueño o ruidos fuertes. El estrés puede hacer que comiencen a lamer el pelaje y causarle daño físico.
1. Nutrición adecuada. Uno de los métodos de tratamiento más simples y efectivos es una nutrición adecuada para el gato. Es importante asegurarse de que ingiera suficientes proteínas, grasas y vitaminas para mantener su salud general.
2. Tratamiento de parásitos. Si la caída del cabello está asociada con la presencia de parásitos, es necesario someterse a un tratamiento antiparasitario. Es importante asegurarse de que todos los animales del hogar reciban tratamiento para evitar la reinfección.
3. Reducir el estrés. Si la caída del cabello es causada por el estrés, es necesario tomar medidas para reducir su impacto. Por ejemplo, puedes crear un lugar acogedor para relajarse, jugar con ella y brindarle suficiente atención y cuidado.
4. Visita al veterinario. Si tu gato sigue perdiendo pelo a pesar de las medidas adoptadas, debes contactar con tu veterinario. El médico puede examinar al animal, identificar la causa y prescribir el tratamiento adecuado.