Es más fácil lidiar con los signos de enojo de su mascota si sabe qué los causó.
Hay varias razones por las que un perro muestra un comportamiento agresivo.
Algunos perros se vuelven agresivos desde la infancia si el dueño los golpea regularmente. Otros, que no fueron criados en absoluto, creen que pueden ladrar impunemente, abalanzarse sobre los transeúntes o sonreírle al dueño.
Como nuestras mascotas, por mucho que nos gusten, no saben hablar, transmiten sus emociones y sensaciones de otras formas. Por ejemplo, un perro que siente dolor puede quejarse en voz baja o puede volverse agresivo.
El miedo por una mascota es motivo para estar en guardia, protegerse y no dejar que nadie se acerque a ella. El miedo puede ser un rasgo de carácter innato o puede manifestarse acompañado de agresión cuando el perro se encuentra en nuevas condiciones; por ejemplo, se pierde.
Además, las mascotas a veces se comportan de forma agresiva cuando protegen a sus crías o experimentan otros instintos, por ejemplo, la caza.
Finalmente, el perro puede tener problemas con el sistema nervioso, por lo que conviene llevar al animal al veterinario.