Antes de comenzar a explicar qué ven los gatos cuando se miran al espejo, conviene recordar: los humanos y los animales perciben el mundo de manera diferente.
Si las personas, de todos los sentidos disponibles, dependen principalmente de la visión, entonces el oído y el olfato son dominantes para los gatos.
Por tanto, cuando un gato mira fijamente su reflejo en el espejo, no se da cuenta de que se está viendo a sí mismo.
Para él, un espejo es una extensión del espacio y su propio reflejo es otro gato.
Al mismo tiempo, el extraño peludo (o no) no desprende ningún olor, no emite ningún sonido y, por lo tanto, su mascota pronto pierde el interés.
Sin embargo, para algunas mascotas especialmente curiosas, un espejo es un juguete muy emocionante y pueden rayar la superficie reflectante, maullar larga y prolongadamente o pasar mucho tiempo mirando el reflejo.
Sin embargo, tarde o temprano también se aburrirán de la “comunicación” unidireccional con un amigo tan taciturno.
La conclusión es simple: los gatos, aunque se ven a sí mismos en el espejo, no se dan cuenta de que el reflejo son ellos mismos.