Cualquier dueño de un gato debe poder reconocer los primeros signos de tensión nerviosa en su mascota.
El estrés en los gatos puede manifestarse de diferentes formas. A continuación encontrará las principales señales de advertencia.
Si notas que un gato que antes siempre era cariñoso de repente empezó a morder, este es un motivo para hacer sonar la alarma. También debes buscar la ayuda de un especialista si tu mascota de repente comienza a pelear con otros animales o se ha escondido por completo en un rincón alejado y no quiere contactar con nadie.
Si de repente tu ronroneo comienza a comer más o, por el contrario, menos de lo habitual, míralo más de cerca. Otro signo de estrés asociado con la comida es que el animal puede empezar a saborear objetos no comestibles. Por ejemplo, gránulos de relleno para una bandeja.
Además, los problemas de apetito pueden estar asociados con una serie de enfermedades, por lo que en tal situación no puede prescindir de consultar a un médico.
Los síntomas de tensión nerviosa son heces blandas, estreñimiento, vómitos, etc. Además, debes estar más atento a tu mascota si comienza a ignorar la bandeja.
Los problemas enumerados también pueden ser síntomas de una enfermedad. Sólo un veterinario puede determinar su causa.