Si vives con un gato durante un largo periodo de tiempo, entonces eres consciente del apetito habitual de tu mascota.
Si el animal comienza a comer mucho, los dueños comienzan a preocuparse.
Los expertos creen que la sensación de hambre a menudo puede estar relacionada con la salud física. El apetito puede indicar la presencia de parásitos, por lo que vale la pena recordar la última vez que le dio a su mascota medicamentos especiales.
Además, la sensación de hambre puede estar asociada con la diabetes, a la que los gatos también son susceptibles. A veces podemos hablar de desequilibrio hormonal o incluso de oncología, por lo que sería aconsejable que examinen a su mascota si hay otros síntomas de enfermedad.
No podemos estar seguros de que la calidad del pienso se mantenga inalterada a lo largo de los años. Pero no se puede engañar a un gato. Si el fabricante ha reducido el valor energético de los alimentos, es posible que la mascota necesite más comida para satisfacer el hambre.
Los gatos comen mucho si tienen frío: la comida ayuda a los animales a calentarse. A veces el apetito indica que al gato le falta atención y comunicación con el dueño.
Los animales también pueden experimentar una sensación de falsa hambre.
A veces el apetito indica que la mascota está deprimida.