Todo el mundo sabe que los gatos son criaturas muy limpias por naturaleza, y este rasgo de carácter se manifiesta especialmente al comer e ir al baño. Por ejemplo, un gato nunca comerá de un plato sucio ni se sentará en una bandeja sucia.
Hay algunos puntos más delicados con respecto a la arena para gatos.
De forma predeterminada, la caja de arena para gatos se coloca en el baño, pero incluso aquí debes elegir el lugar correcto. Y lo correcto es lo que le gustará al gato y no lo que le conviene a su dueño. De lo contrario, la mascota descargará su descontento en el hogar.
En primer lugar, la ubicación de la bandeja debe ser cómoda para el gato y no debe haber obstáculos en forma de puertas cerradas.
En segundo lugar, el lugar debe ser seguro, porque en la naturaleza los animales son especialmente vulnerables en este momento y nadie ha cancelado todavía sus instintos.
En tercer lugar, incluso si se cumplen estas condiciones, conviene proporcionarle una bandeja de repuesto a su mascota, en caso de que la principal resulte sucia.
Si no escatimaste y compraste dos baños para un gato, puedes dejar uno en el baño y el segundo en algún rincón del pasillo.
Este esquema funciona cuando de repente o por costumbre cierras la puerta del baño y dejas a tu mascota sola en casa durante mucho tiempo.