De todos los animales domésticos, los gatos son los que están asociados con el mayor número de mitos y la mitad de ellos tienen una connotación mística.
De hecho, esto no es más que un legado de tiempos difíciles, cuando la humanidad temía todo lo incomprensible y por ello envió a la hoguera a muchos hombres y mujeres, a menudo los mejores de su especie.
Te contamos qué tonterías y supersticiones sobre las mascotas es hora de dejar de creer.
Nunca le han traído el fracaso a nadie. La ciencia moderna no ha proporcionado pruebas que relacionen la mala suerte crónica con la presencia de gatos negros. Este mito tiene sus raíces en la Edad Media.
De hecho, sólo instintivamente intentan adoptar esta posición al caer. Pero esto no significa que al volar desde un árbol misteriosamente se volteen y aterricen sobre sus pies. No sucede siempre y, a veces, las caídas desde lo alto terminan trágicamente.
En la misma Edad Media, la gente intentaba mantener a los gatos alejados de los bebés, creyendo que podían "dejarles sin aliento" a los niños. Según los científicos modernos, las muertes en aquellos días estaban asociadas con el síndrome de muerte súbita del lactante.
Tampoco está claro quién los contó y cuándo. Los gatos son realmente tenaces y soportan el dolor con valentía. Pero no se debe abusar de esta capacidad.
Se cree que cuanto más alto se levanta la cola de perros y gatos, más feliz es la mascota. Cuando se trata de perros, esto es más verdad que ficción. Pero con los gatos todo es más vago y todavía hay más dudas que pruebas.
Durante mucho tiempo se creyó que los perros tenían mala percepción del color. En particular, dijeron que ven el mundo en blanco y negro. De hecho, diferencian entre morado y azul, además de amarillo. Ven más tonos de gris que los humanos. Pero cuando exploran el mundo, los perros dependen más del olfato que de las imágenes.
Se cree que si un perro es regañado, “se avergonzará” y no volverá a repetir sus travesuras. Esto está mal. Los expertos confían en que sólo se puede hacer sugestión a una mascota si fue sorprendida en el acto. Cuanto más tiempo pasa desde este momento, menos probable es que el perro entienda por qué intentan castigarlo.