Si tu cariñoso gato de repente muestra agresividad, lo más probable es que el problema no sea de él, sino de ti.
Te contamos qué acciones de los dueños provocan resentimiento y enfado en los gatos.
Cualquier cambio en la forma de vida habitual puede provocar resentimiento en un gato.
Invitados, renovaciones, mudanzas, una visita al veterinario: todos estos son motivos serios de resentimiento para un gato.
En segundo lugar, los gatos se ofenden con sus dueños por hacer ruido. Los gatos tienen un oído muy sensible; los sonidos fuertes les resultan insoportables.
En tercer lugar, los gatos se irritan mucho cuando se les presta demasiada atención. Incluso el gato más bondadoso mostrará agresividad si se le molesta constantemente.
Al mismo tiempo, los gatos también se sienten muy ofendidos por la falta de atención del dueño.
Además, el dueño seguramente ofenderá al gato por su larga ausencia.