Sin la educación y las habilidades adecuadas, todavía es posible entender que algo le está haciendo daño a un gato, aunque parezca difícil a primera vista.
Ante la más mínima sospecha, debes vigilar más de cerca a tu mascota, y entonces todo quedará más o menos claro. Estas son las señales que puede dar un gato.
1. En este caso, la entonación de la voz cambia. La mala salud de un gato puede provocar gritos más agresivos. Es posible que maúlle más fuerte de lo habitual y con más intensidad.
2. Al mismo tiempo, el gato puede comenzar a esconderse del dueño en un armario u otros lugares apartados.
En la naturaleza, el animal intenta esconderse de enemigos potenciales para no ser tomado por sorpresa.
3. La señal puede ser dificultad para respirar o lengua que sobresale, es posible que entrecierre los ojos y se notará el tercer párpado.
4. Al mismo tiempo, la mascota puede empezar a perderse en el espacio, empezar a pasar por delante de la bandeja, volverse más agresiva o, por el contrario, letárgica.
Los gatos tienen la costumbre de lavarse solos. Se cree que en este estado prestarán especial atención a la parte del cuerpo donde están experimentando dolor o malestar.
Todo esto conviene comentarlo durante una visita al veterinario.