Todos los dueños de gatos se pueden dividir en dos categorías: partidarios de la libertad y oponentes de caminar solos.
Estos últimos citan como argumento el intenso tráfico en las calles, la gente hostil a los gatos y el veneno para roedores, que se puede encontrar, por ejemplo, cerca de los cubos de basura.
Además, la mascota puede resultar herida por un animal de mayor tamaño que él, o incluso por otros gatos agresivos.
Por estos motivos, un gato doméstico que tiene dueño no debe salir a pasear solo.
Sin embargo, dejar a tu mascota entre cuatro paredes sin entretenimiento no es una opción.
En cambio, como propietario responsable y afectuoso, debe tener cuidado de crear un ambiente estimulante en el hogar.
Para ello serán útiles varios juguetes, así como estantes donde la mascota pueda trepar para observar lo que sucede desde arriba.
No es necesario prohibir que el gato salga a la logia o al balcón: por supuesto, si no hay riesgo de que el animal salte por la ventana. También puedes entrenar a tu gato para que camine con un arnés o dejarlo salir a pasear por un jardín bien vigilado si vives en una casa privada.